Dependiendo de tu edad tienes más o menos posibilidades de sufrir estrés.
En un estudio que se hizo para medir el bienestar en función de la edad se llegó a la conclusión que las personas más felices son aquellas que no han llegado a los 30 y las que han superado los 50.
Y actualmente 12 millones de personas afirman sufrir estrés de manera habitual.
¿Tu también formas parte de esta epidemia?.
El estrés es necesario en nuestro día a día, el problema aparece cuando se prolonga en el tiempo y es el que se conoce como distrés.
A mi esa situación de estrés crónico me recuerda a la fábula de las ranas.
Si pones una rana en una olla con agua fría o temperatura ambiente y poco a poco vas calentando el agua, la rana no reacciona sino que se va acomodando a la temperatura hasta que pierde el sentido y, finalmente, muere achicharrada.
Eso para mi es lo que hace el estrés, nos vamos habituando a él hasta que llega un momento que su efecto es devastador, de hecho es la antesala a la depresión.
El estrés aparece cuando nuestra mente se va al futuro.
Por eso es importante prestar atención a nuestros pensamientos ya que cada pensamiento genera una emoción que a su vez produce un efecto en el cuerpo.
Haz la prueba ahora mismo, piensa en una situación que no te guste, ya puede ser volar en avión, hablar en público o ir a pedir un aumento de sueldo a tu jefa.
Si visualizas bien ese momento, sentirás alguna emoción como angustia o miedo.
¿En que parte de tu cuerpo percibes esa emoción?: estómago, garganta, tensión en los hombros, …
Este ejercicio te da una pista de dónde se manifiesta esa emoción en tu cuerpo.
Ya ves que aunque no estés atenta a tus pensamientos si escuchas a tu cuerpo sabes perfectamente como te sientes.
Por algo se dice que el cuerpo grita lo que la mente calla.
Prueba también al revés, una situación que te produzca placer, alegría o ilusión., ¿dónde sientes esa emoción en tu cuerpo?.
Como ves a tu cabeza le da igual si es real o no. Sólo con imaginarlo ya se desencadena todo tipo de reacciones.
El estrés se siente a nivel interno y en el comportamiento siendo estos algunos de sus efectos:
- Aumento de consumo de alimentos palatables (ricos en azúcar y en grasa).
- Almacenamiento de grasa en la zona abdominal.
- Aumenta la glucosa en sangre.
- Aumenta la presión arterial.
- Produce un desequilibrio en la flora intestinal y puede ser causante de la permeabilidad intestinal.
- Promueve la inflamación, lo que afecta el sistema inmunitario.
- Insomnio.
- Afecta a la actividad de la glándula tiroides.
- Mayor riesgo de pérdida ósea.
¿Cómo puedes reducir el estrés?
- Teniendo una vida ordenada.
- Duerme las horas recomendadas.
- Sigue una dieta sana y equilibrada, evita los hidratos de carbono refinados, las grasas saturadas o comidas copiosas. Introduce alimentos ricos en potasio: plátano, aguacate, verduras, frutas.
- Evitando bebidas excitantes.
- Cenando dos horas antes de ir a dormir.
- No te agobies por lo que no puedes cambiar, ya que si tiene solución para que te vas a preocupar. Entrena al cerebro a mirar lo que va bien, lo positivo.
- Cambia la forma de interpretar los acontecimientos, ya que en muchas ocasiones no es la situación la que causa el estrés sino como reaccionas ante ella.
- Dedica una parte del día a mimarte.
- Realiza algún tipo de actividad física.
- Rodéate de buena compañía.
- Practica la relajación o la meditación.
- Acostándote a la misma hora y a poder ser antes de las 11 pm
- Agradeciendo: Pensar en 3 cosas de las que estés agradecido antes de ir a dormir y piensa en cada uno de ellos 30 seg, esto hace que cambie el ritmo cardíaco, reduces la inflamación.
- Escribiendo.
- Dibujando Mandalas.
Y un recurso que tienes al alcance de tu mano y que te aconsejo empezar a practicar es la respiración consciente.
Una manera de empezar es con esta sencilla meditación de Kundalini Yoga que se llama corazón tranquilo:
- Siéntate en postura fácil y cierra los ojos.
- Coloca la mano izquierda con la palma de la mano en el centro del pecho y los dedos paralelos al suelo apuntando hacia la derecha.
- Levanta la mano derecha como si hicieras un juramento. El dedo índice toca al pulgar (gyan mudra) y el resto de los dedos apuntan hacia el techo. El codo esta relajado, cerca del costado con el antebrazo perpendicular al suelo.
- Concéntrate en el flujo de la respiración. Inhala a través de las fosas nasales, lento y profundamente. Cuando hayas llenado tus pulmones, retén el aire el mayor tiempo posible. Después, exhala poco a poco. Cuando hayas vaciado completamente tus pulmones, sostén la respiración en mayor tiempo posible.
- Puedes empezar realizando la meditación 3 minutos e ir incrementando el tiempo hasta llegar a 31 minutos.
- Para finalizar inhala y exhala fuertemente 3 veces, seguido relaja
¿Cómo te afecta el estrés y cómo lo gestionas?
Ainhoa Prat
Coach nutricional y Yoga
Colaboradora de Ciudadanos del Universo